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LA PRÁCTICA DEL URBAN SKETCHING
Por Jose Pablo Ureña
El Urban Sketch: Texto
José Pablo Ureña es licenciado en Artes Plásticas de la Universidad de Costa Rica, artista y profesor universitario. En su obra, de gran riqueza técnica y visual, trata el tema de la ciudad en técnicas y formatos variados como la acuarela y el Urban Sketch.
El Urban Sketch: Texto

Los barrios y las ciudades en Costa Rica parecen que gritan auxilio desesperadamente. Este llamado de ayuda no va dirigido únicamente a expertos urbanistas que puedan sanar esas dolencias, sino sobretodo a los ciudadanos que habitan los barrios costarricenses. AMÓNCULTURAL2021/EN_PIE es un claro referente de cómo la ciudadanía, las artes y las instituciones pueden realizar un esfuerzo conjunto que le de un respiro a ese histórico Barrio Amón.
Para la presente edición, el grupo PINTAL, Pintores al Aire Libre de Costa Rica se ha dedicado a retratar con esmero y dedicación las varias facetas del famoso barrio josefino apropiándose de la práctica del dibujo urbano, mejor conocido mundialmente como urban sketching. Tuve el honor de apoyar al grupo como facilitador de un taller en el cual estudiamos métodos y técnicas artísticas, resaltando con especial atención el espíritu que motiva a un dibujante urbano o urban sketcher.
Caminar por la ciudad, perderse en ella y encontrarse de frente con lo insospechado y lo inesperado. Conversar con desconocidos o simplemente saludarlos, conocer nuevos comercios, cafeterías y bares, descubrir edificios y casas con valores históricos y arquitectónicos destacables. Comprender las formas de vida humana en la ciudad, los personajes famosos y queridos de los barrios, perder el prejuicio de visitar ciertos lugares y transitar por nuevas rutas, ver las montañas desde el norte y también desde el sur. Todo esto sucede con la simple excusa de salir a la calle con lápiz y cuaderno en mano, como suele salir de casa un urban sketcher. El dibujo se convierte en el pretexto para transformar hábitos urbanos y darle paso a lo desconocido en la subjetividad del ciudadano.
A final de cuentas, un dibujo no hace la ciudad más limpia, ni reconstruye la fachada desgastada y en ruinas, ni aligera la presa de un viernes en hora pico, sino que hace algo en realidad mucho más difícil: cambia la mentalidad de una persona que habita la ciudad. Cualquiera que salga a dibujar por las calles terminará amando aquello que dibuja. El cuidado que pone en ello, el grado de observación que desarrolla, la memoria que reconstruye en sus cuadernos, generan un lazo emocional con la ciudad, sin importar su condición. He ahí el valor del urban sketching y de esta exposición del grupo PINTAL: representan la escucha atenta a ese llamado de auxilio de tantos lugares que habitamos.
El Urban Sketch: Biografía
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